miércoles, 25 de junio de 2014

Despedida

Hola!!!!!!

Hoy los grupos de los lunes y miércoles tienen su última clase y para despedirnos os dejamos una reflexión de una de las amatxus de baile. 

Ha sido un placer, os esperamos en septiembre!!!!

Abrazotes!!!!

YO BAILO.

Me gustaría aprovechar estas líneas para agradecer, a quien en su día planteó la idea de dar una sorpresa a nuestras hijas, haciendo una coreografía sencilla y a Mirari por hacerlo posible y confiar en nosotras cuándo apenas había tiempo, GRACIAS.

Eso que empezó cómo una sorpresa, a día de hoy, se ha convertido en una afición. Afición que comparto con mis hijas y a la vez me ayuda a educarlas, porque el baile va más allá de una coreografía, implica disciplina, esfuerzo, trabajo en equipo, amistad,…TODO. Además de eso, en Arte 8, disfrutamos, desconectamos del estrés del día, olvidamos los problemas, compartimos impresiones, charlamos, y sobre todo nos reímos.

Hace poco hicimos El Festival de Fin de curso, nuestra recompensa de todo un año de esfuerzo y, cada año, cuando termina el festival, recuerdo que merece la pena pasar por los nervios previos antes de salir al escenario. FELICIDADES A TOD@S POR HACERLO POSIBLE.

DICEN QUE LAS MEJORES HAZAÑAS SE CONSIGUEN EN COMPAÑÍA Y NO OLVIDEMOS NUNCA QUE DETRÁS DE UN BUEN LÍDER SIEMPRE HAY UN GRAN EQUIPO.

GRACIAS POR TODO, MIRARI.

BEGOÑA.

lunes, 23 de junio de 2014

Resaca postfestival

Hola a todos!!!

Aun no nos hemos recuperado del fabuloso Festival que hicimos el día 15 en el Teatro Barakaldo y ya estamos a las puertas del Festival de las fiestas de La Peña. Con él cerraremos el curso 2013 - 2014. El primer curso de Arte 8. 

Éstos días os dejaremos distintas reflexiones de personas que han estado presentes de una manera u otra a lo largo de éstos meses en Arte 8.

Hoy, os ofrecemos una crónica del Festival realizada por Jon Amuriza, director del Grupo/Taller de Teatro L´Odisea que éste año, nos ha deleitado con diferentes puestas en escena.

Saludotes!!!!

          Lo primero que llama la atención es darse cuenta, a poco de empezar el espectáculo, del ingente número de personas que participan , desde niños de 5 años hasta madres de familia. 
Desde  el mismo instante en que empieza ya se percibe un trabajo cuidado, que no deja resquicio a la mala improvisación: hay orden, hay un espíritu colectivo y esto es difícil de percibir en todo su esplendor, quizás por la falta de costumbre en el modelo de público actual que jalea todo lo que se mueve en un escenario, sin demasiados criterios.

Dos horas  de energía, de creatividad, de originalidad, de un montaje coreográfico más que meritorio, mucho puntos por encima de los habituales espectáculos musicales y coreográficos amateurs, tan en boga, al uso.
Se percibe, claro, un trabajo exhaustivo. Eso no se le escapa a nadie y en valorarlo en todo su mérito hay unanimidad. 

Pero hay mucho más que eso: se ve oficio, horas de vuelo, dominio escénico, pasión por la danza.
Mirari Bilbao ha creado un imparable dominio coreográfico más allá del mérito innegable que significa regir en un escenario a una masa de personas de semejante envergadura, sin un resquicio a la mala improvisación, a los desajustes. Con una duración considerable no se concede tregua ni lugar para las esperas, los fallos evidentes o el desorden escénico. 

Un espectáculo pleno de energía colectiva, del ingente trabajo común que se intuye en unos previos ensayos demoledores, sin olvidar la presencia imperceptible del componente pedagógico de la danza que también se manifiesta en este trabajo con su consiguiente desarrollo de valores como el esfuerzo, el compromiso, el trabajo cooperativo o la responsabilidad colectiva, indispensables en el tiempo que vivimos.

Un deseo final es que este feliz experimento siga creciendo y se extienda cada vez más.

JON AMURIZA.